Calles destrozadas, canales rotos, sin barandas, caminos intransitables, autos llevados por la corriente y casas inundadas son algunas de las consecuencias que provocó la tormenta que empezó ayer y se extendió hasta la madrugada de hoy.
Francisco Alanis, jefe del Departamento Operaciones de Defensa Civil Provincial, indicó que en este momento están trabajando junto con Vialidad sobre un tramo de la ruta 337, antes de llegar a El Rodeo (Graneros), ya que el agua ha destrozado parte del camino. Por este motivo -estimó el funcionario- son unas 400 personas las que quedaron aisladas.
"Estamos trabajando en conjunto con varias dependencias provinciales y comunales para liberar la zona. La ruta une El Rodeo, La Cañada, Cruz de Arriba y Cruz de Abajo. Por aquí cayeron unos 250 mm de agua", comentó Alanis. El corte específico es sobre la ruta 337, del kilómetro 1 al 15.
El camino del Perú, entre calle Lavalle hasta la entrada del parque Guillermina, se encuentra cortado dado que personal de Obras Públicas de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán se encuentra trabajando allí. Además de los empleados municipales, las familias de la zona tratan de despejar la zona con palas. Vecinos del lugar le comentaron a LA GACETA que este madrugada, a las 1, vivieron el peor momento de la tormenta: el agua entró a sus casas y llegó a un metro y medio de altura.
Por otro lado, no anda el semáforo de El Cristo, por lo que es un caos circular por allí. En este momento hay gente trabajando en el lugar, donde tampoco hay agua, por lo que personal de SAT se presentó para solucionar el problema.